domingo, 17 de octubre de 2010

Abuelo: Homenaje a su figura (Revista Almenara nº 28)


Cada una de las palabras que podréis leer en el presente artículo es un homenaje a la figura de aquel que siempre ha estado y está ahí, y que con cada uno de sus gestos se ha desvivido por los retoños de los que una vez fueron los suyos, pero que tiene la oportunidad de disfrutar lo que antes no pudo por las dificltades que suponía el vivir de cada día.


Si me permiten, la mejor forma de expresar este cúmulo de sentimientos que brotan, es a través de la propia experiencia, cuando los recuerdos están a flor de piel y se fortalecen con su significado. De las experiencias junto a aquel hombre de pelo cano y de arrugas en las manos al que me honra llamar abuelo.


Si más de uno se hubiese parado a pensar y a apreciar la experiencia de nuestros mayores cuando todavía pueden disfrutar de su presencia, tal vez podríamos estar hablando de una sociedad con unas más profundas costumbres y tradiciones, en la que los mayores pudieran ocupar un privilegiado lugar como le corresponde como piezas claves del aprendizaje de las futuras generaciones.


Es por ello que desde aquí hago un llamamiento, desde mi perspectiva de educador, de la importancia de la figura del abuelo como fuentes de experiencia y sabiduría, así como para que nos demos cuenta de la necesidad que tienen muchos de ser escuchados y apreciados, pues tal vez nos estemos perdiendo la oportunidad de aprender sabias lecciones simplemente por no sentarnos frente a ellos y demostrarles que puden contar con nosotros.


A veces, la convivencia del día a día con ellos nubla la percepciónsu importancia, y solo cuando faltan nos damos cuenta de su valía. En mi caso, mi abuelo Lorenzo lo es todo. Tanto es así que siempre será un modelo a seguir en mi vida y una fuente de inspiración para llegar a ser algún día al menos una parte de lo que él es hoy.


Sus duras expriencias en la vida le han forjado, y a la vez le han dado experiencias que no pueden ser aprendidas de otra forma, sino es en la mejor de las universidades: la vida.


Podría estar días enteros recordando las experiencias que tanto me han fascinado y me han ligado a él más aún que por el nombre o nuestra propia sangre, haciéndome casi un aprendiz y un adorador de su propio bagaje.


Conocerle "de verdad" es un privilegio que solo unos pocos tenemos, pero que es tan sencillo como intentar escucharlo simplemente con el corazón y apreciar sus palabras como un don concedido en un lugar y un tiempo determinado.


Su vida ha ido modelándose al són de la crudeza de la posguerra, el campo, el trabajo, el sol y los animales y, pese a suponer lo contrario, son precisamente estas dras vivencias lo que le han conferido el ser tan ssensible con lo que realmente importa del ser humano, y lo han engrandecido en su saber estar y en ofrecer lo mejor de sí a los suyos.


Lo han enseñado a infinitas labores del campo, a usar la naturaleza como instrumento (trabajando la enea, la pleita, el mimbre), de uso medicinal (saber curar una tendinitis de forma natural), y sobre todo a conocerla mejor que nadie y a apreciarla, pues son muchas las ocasiones en las que ha tenido que pasar las noches durmiendo "al raso".


¿Cuántas profesiones de hoy podrían disfrutar de sus conocimientos?

¡Son tantas las veces que me he quedado embobado queriendo aprender algo más de él...!


Pero, a aparte de todo ello, él tiene algo especial que envuelve a todo aquel que vive a su alrededor y lo hace digno de veneración: su bondad, prudencia y dedicación.


Siempre está ahí tan cerca... pero en su lugar; dándonos un pedacito mas de su existencia, siempre haciéndonos más dependientes de su abrazo cuando nos reencontramos con él, aunque solo hayan pasado unas horas desde que nos vimos, y siempre enseñándonos una nueva lección para nuestras vidas.


¿Puedo pedir más?


Sí, simplemente poder tenerle eternamente y poder llegar aser algún día la mitad de lo que él es, cuando lleguen a llamarme con la palabra con que tan cariñosamente le llamo hoy y que para mí significa "todo": ABUELO.



GRACIAS A TODOS LOS ABUELOS POR BRINDARNOS SU EXISTENCIA Y HACERNOS VER LO MEJOR DE LA VIDA, MOSTRÁNDONOS EL CAMINO CON LA LUZ DE SU CARIÑO.


¡FELIZ CUMPLEAÑOS ABUELO! 81 años el día 17 de octubre de 2010

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